
Desde plataformas de enseñanza para compañías que cambian su modelo presencial exitoso a online, hasta commerce de productos para la venta internacional con sourcing desde cualquier parte del mundo e incluso desarrollos de fabricantes que desean respetar sus cadenas comerciales tradicionales, pero le dan un giro a la comunicación e información con sus retailers para que estos cuenten con información actualizada y para que los procesos sean mucho más dinámicos.



Todos ellos tienen en común un abordaje de los proyectos mucho más dinámica y flexible, lo cual implica un click interno en los clientes que ven un punto de inflexión, un punto de no retorno a los esquemas comerciales utilizados hasta hace 1 año. Vemos una gran apertura a las sugerencias, al trabajo en equipo compartiendo experiencias que enriquecen a cada parte: al cliente por poder tomar ideas para nuevas estrategias comerciales y al equipo interno por poder ser parte y comprender más a fondo el negocio que se quiere llevar a la plataforma online. Si miramos hacia atrás esto es un gran avance en la forma de trabajo en la que la comunicación digital solía ser una extensión de todas las otras formas de comunicación: prensa, eventos y exposiciones, broadcasting, etc. Es decir que notamos un switch en la forma de pensar el negocio nativo digital, casi se invierte la ecuación ya que la estrategia pasa a conquistar al usuario online.
También notamos una reacción más rápida en compañías cuyo modelo de negocio ya era digital o en startups que ya encararon el negocio para ser exitosos por este canal. En definitiva a aquellos que pudieron entender que así como compran ellos online, también así deberían vender sus servicios. Si nuestro proceso de compra comienza Googleando o encontrando una imagen en Pinterest o Instagram que nos lleva al emprendedor que lo vende, miramos los comentarios, reviews y rates, comparamos en Amazon y decidimos, así debería también ser la estrategia de venta, con variantes dependiendo el producto o servicio, claro.